viernes, 3 de abril de 2009

Reivindicación de los caminos públicos.-


Los que somos aficionados a la montaña y a recorrer sus vericuetos nos encontramos cada vez con más frecuencia con caminos cortados por fincas particulares. Caminos que, tradicionalmente, han sido de uso público y que las gentes de los pueblos han usado durante siglos para desplazarse de una población a otra.
Muchos de estos caminos fueron perdiendo su utilidad con las nuevas vías de comunicación y el abandono del medio rural y las explotaciones agropecuarias tradicionales, y han ido cayendo en desuso, quedando cegados o, simplemente, siendo apropiados por los propietarios por cuyas fincas pasaban. Porque no sólo ha sido el abandono por falta de uso, sino también los intereses particulares los que han hecho que, poco a poco, estos caminos hayan sido cerrados al paso de quienes quieran transitar por ellos, como ocurre actualmente con los montañeros o ciclistas.
Ha sido una labor interesada y silenciosa prolongada a lo largo del tiempo, por la cual, un día se ponen trabas al paso, bien cegándolo con piedras o maleza; luego, levantando una tapia o poniendo alambradas. A fuerza obstaculizar el paso, la vegetación crece y el antiguo camino termina borrado por falta de uso. Luego, basta con poner un cartel “Prohibido el paso. Finca particular”, y lo que era un bien de dominio público, pasa a formar parte de la propiedad de un particular sin que los poderes públicos muestren ningún interés por recuperarlo. La usucapción se convierte en derecho del particular que la ejerce, y los derechos públicos se pierden. Y quien pretenda pasar por allí se convierte en un delincuente potencial, ya que invade una “propiedad privada”.
Recuerdo que, a mediados de agosto del año pasado, hicimos una marcha desde Cerezo de Arriba hasta la Pinilla, siguiendo los caminos y las pistas marcadas en el mapa. Al llegar a la finca llamada Huerta del Raso, caminando por la pista que atraviesa dicha finca y lleva hasta la Pinilla, el propietario nos salió al paso y nos obligo, con malas maneras y un comportamiento grosero, a salir del camino, y saltar la alambrada que delimitaba su finca. No valieron explicaciones por nuestra parte en el sentido de que era una pista forestal y de que no nos saldríamos del camino. A falta de mejor venganza, decidimos llamar al lugar “El Raso del Mendrugo”, en memoria del bruto de su propietario. También, el sábado pasado, pudimos comprobar que el antiguo camino de Segovia (tramo desde el puerto de Malagosto hasta Alameda del Valle), está cegado por desuso y cortado por fincas particulares.
Todo esto para decir que he recibido un informe de Ecologistas en Acción de Segovia que propone, para el sábado 4 de abril, abrir el camino de “La Pedrona” en la Granja. Camino que nace en la Casa de Vacas, finca de la Saúca, pasa por Siete Arroyos y se dirige hacia el Puerto de Malagosto. Camino que permitía en tiempos ir desde la Granja de San Ildefonso, saltando la sierra, hasta Oteruelo del Valle y Rascafría. Posiblemente, parte de este trazado es el descrito por el Arcipreste de Hita en sus andanzas serranas que le llevaron a pasar por el Puerto de Malagosto.
Se trata pues, de un camino histórico, utilizado desde tiempo inmemorial. Según el informe, ni su uso público ni su titularidad municipal se habían puesto en cuestión hasta el 2005. Ante la indiferencia –parece ser que interesada– del ayuntamiento de La Granja, los propietarios de la finca de la Saúca, en otoño de 2006, cegaron con piedras y maleza el acceso, más tarde cerraron con una alambrada de espino y se instaló un cartel prohibiendo el paso.
Este sábado, 4 de abril, se ha convocado una marcha senderista por dicho camino para exigir su utilización pública. Nosotros estaremos allí, para apoyar la reivindicación de los montañeros segovianos con nuestra presencia.

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